9 inéditos beneficios de patinar (lo que no sabías)

Ya habrás escuchado o leído sobre los beneficios que trae patinar para salud, y lo que todo el mundo dice al respecto: 30min de patinaje queman más calorías que 30min de aerobics, ayuda a perder peso, tonifica músculos (especialmente los de las piernas), ayuda a desarrollar el equilibrio, mejora la circulación sanguínea, fortalece la actividad cardíaca y respiratoria, bla bla bla...
Yo estoy bien delgado, no por patinar, sino porque siempre me ha costado subir mi peso. A mis 38 años (edad actual y a la que me inicié en el patinaje) no tengo la menor intención de adelgazar jajaja. Desde niño he montado bicicleta, patineta, volé papagayos (cometas), jugué trompo, metras, atari, nintendo, playstation, hice excursiones, practiqué atletismo, rappel, jugué futbol de salón, pero jamás me había puesto unos patines en línea. Todo lo que he hecho antes tiene su encanto, pero esto de patinar es otra cosa y tiene un no sé qué que no lo cambio por nada: ¡es lo máximo!
Todos esos beneficios que dicen que trae para la salud se quedan cortos si le añadimos una gama de beneficios psicológicos y sociales.
1. Desde que decidí comprarme los patines en línea hasta el día en que llegué a casa y me los puse por primera vez había una ilusión infantil de hacer algo que jamás había hecho, como si tuviera una deuda pendiente con el niño que fui y eso, si no rejuvenece, por lo menos te hace sentir muy bien y emocionado, alegre. Rejuveneces alegremente.
2. Cuando comencé a patinar, sin ningún conocimiento y sin ayuda de nadie, la atención y la observación se mantenían sólidas en lo que estaba haciendo, porque debía avanzar sin caerme, conservar el equilibrio y por lo tanto necesitaba enfocarme, observarme, prestar mucha atención a lo que hacía y cómo lo hacía e inventar para moverme; y redescubrí el agua tibia. Mejora la concentración, desarrolla la observación y favorece la creatividad.
3. Cuando aparecieron los miedos, porque una caída fue dura y porque la sensación de ir muy rápido es atemorizante al principio, apareció también el atrevimiento y la necesidad de mejorar en cada práctica, por lo que me dediqué a investigar un poco, leer por internet y luego ver vídeos por Youtube (esto último demasiado útil). Pero ojo, atreverse es una cosa y arriesgarse es otra. Atreverse es vencer o dominar un miedo sabiendo que si llevas las proteciones adecuadas y reduces al mínimo todas las situaciones de peligro, todo va a salir bien. Arriesgarse es lanzarse al peligro, aventarse a una zona en la que no sabes qué va a ocurrir aún cuando vayas protegido y tomes previsiones. Cuando te arriesgas el miedo está presente de principio a fin, cuando te atreves sólo está presente al comienzo. Control del miedo y del atrevimiento (elemento socializador).
4. Cuando ya le estás sacando velocidad a tus ruedas y aprendes nuevas técnicas la adrenalina está rodando también por tu cuerpo (y nunca es igual que montar bicicleta), y esa sensación de placer y alegría que da patinar es, por mucho, más agradable; te haces adicto sanamente a la práctica. Inevitable sensación de placer.
5. Aprendiendo nuevas técnicas o desarrollando nuevas habilidades del universo de cosas que puedes hacer patinando, ganarás confianza y seguridad en ti mism@, de forma que sabrás bien cuándo estás list@ para atreverte a algo nuevo. Desarrollo de la confianza y la seguridad en sí mism@.
6. Cuando estás patinando, estás patinando, no hay más pensamientos en tu mente, si te distraes lo puedes lamentar. Si has estado preocupad@ por algo, pues patinando vas a olvidarte de eso un rato. Despejamiento mental, alivio del estrés.
7. Casi seguro que conoces a alguien o haces nuevas amistades, alguien se para a conversar contigo sobre los patines o sobre la práctica, o simplemente vas rodando y te sientes parte de algo en lo que hay otras personas que se reconocen entre sí como una comunidad. Socialización y comunicación con otras personas.
8. Ruedas, te caes, te levantas y te sobas, pero sigues rodando. Ejercitas la persistencia, la insistencia y el no abandono.
9. Te ganas algunas heridas de batalla, golpes o moretones que pondrán en acción tu ego cuando se lo cuentes a otros; te dirán que estás loc@ y te sentirás el protagonista de la película. Destacas al hacer algo poco común ;)

Si te parece, entonces, que patinar sólo aporta a la condición física o que no es nada del otro mundo, seguramente lo tuyo es viajar en platillos voladores, pero eso está un poco más difícil.
Si estás animad@ y esto te entusiasma un poco más, pues no dejes pasar el tiempo, te estás perdiendo de algo delirante. Ponte las ruedas, hazte un grupo o atrévete sol@ y verás como lo pasas en grande.

Comentarios

  1. Muy bueno!!

    De hecho, hay momento en el que, luego de calentar dando vueltas suaves e ir aumentando gradualmente, entras en lo que yo llamo “La Zona”: un estado en el que los músculos de las piernas ya están acondicionados, “ensamblados” (entre sí y con los huesos, no sé, como una máquina) y preparados para ejecutar ese ejercicio específico. Sientes una especie de “calorcito” que se va colando por las articulaciones (caderas, rodillas, tobillos) y las lubrica, como aceite o grasa en un complejo mecanismo metálico. Cuando logras llegar allí puedes mantenerte patinando POR HORAS sin cansarte, ya que es como un “punto de equilibrio” en el que el rendimiento se maximiza y eres capaz de obtener más velocidad con menos esfuerzo. Incluso tu cuerpo “te pide” seguir; tú lo has dicho, como una adicción!

    Y en lo psicológico, qué te digo, el nivel de concentración te lleva a una catarsis con la que terminas relajadísimo!! Sin mencionar que la disciplina en general confiere un importante incremento en los reflejos, pues (en los lugares concurridos, donde las condiciones para patinar no son las ideales, paradójicamente) el acto continuo de esquivar peatones, ciclistas, joggistas, otros patinadores, etc., agudiza este aspecto psico-motor. Sabrás que tanto el asunto del relax como el de los reflejos se hacen muy notorios luego, al montarte en el carro y empezar a manejar; te das cuenta de cómo, por un lado, conduces tranquilo, con más paciencia y entendiendo que no necesitas ir a toda velocidad, y, por el otro, respondes rápidamente a la hora de sortear al peatón que va pasando, el camión que se te metió o el motorizado que se comió la luz…

    Muchos saludos!

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    1. Bueno yo en o particular me dedico al Freeskate y no debo patinar muchas horas por mi masa muscular baja. Esa "Zona" de la que hablas sólo se logra cuando se está en buenas condiciones físicas, con la máquina entrenada, igual pasa con la meditación. Respecto a patinar con peatones, concuerdo en que agudiza lo psico-motor y lo reflejo, mas cuando no eres el más rápido en la vía y hay personas inconscientes o poco precavidas corres el riesgo de ser arrollado si no adviertes el tráfico trasero o de llevarte a alguien por delante al efectuar una maniobra inesperada. Todo tiene sus aspectos positivos y negativos. En definitiva, patinar es una actividad muy completa, quien le toma gusto la convierte en religión jeje.

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