Saltar con patines

En la modalidad libre (freestyle o freeskate) los saltos son, por una parte, necesarios y, por otra, vistosos, haciendo tu practica agresiva y a la vez completa ya que el salto exige confianza y dominio.

Lo más importante es tener siempre presente que al terminar tu salto el peso debe mantenerse tirado hacia adelante, en la misma dirección del movimiento, o de lo contrario caerás. Es muy común que la mente te juegue una mala pasada y cuando vas suspendido en el aire obliga a tu cuerpo a retrasarse, intentando frenarlo para no caerse, pero si comentes este error lograrás el efecto contrario e irás al piso. Debes preparar a tu mente para que deje caer al cuerpo como si te fueras de boca al piso; esa es la física de patinar.

Comienza calentando en grama o una alfombra para que te vayas adaptando al peso de los patines y lleva cada vez más tus rodillas al pecho, saltando tan alto como puedas. Intenta empujar con fuerza el piso hacia abajo y luego da el salto (ley de acción y reacción) eso te permitirá lograr mayor altura. Inicia y termina con tus pies paralelos, tal como cuando efectúas un salto sin patines, así no exigirás más de una pierna u otra sin probabilidad de lesión. Al concluir el salto intenta hacerlo con gracia, con estilo, amortiguando con los muslos para lograr un efecto más suave.

Si ya dominas el patinaje de espalda (hacia atrás) intenta combinar salto y transición hasta lograr un giro completo (360º). Aprovecha las aceras o escaleras para dar saltos altos en la medida de tus posibilidades, o simplemente usa marcas en el piso para lograr distancia en lugar de altura. Recuerda que la distancia lograda está dada por la velocidad a la que viajas y la altura que alcances:

-A mayor velocidad mayor distancia de salto.

-A mayor velocidad y altura mucho mayor distancia de salto.

Es simple: al patinar te conviertes en un proyectil y la física lo demuestra claramente.